Ica: Trabajadora de la SUNAT queda grave tras accidente en Huacachina




Una joven trabajadora de la SUNAT-Pisco quedó grave tras sufrir un aparatoso accidente en la camioneta que viajaba, debido a que ésta chocó contra la caseta de control ubicado en la subida al Balneario de Huacachina, mientras que el conductor de una empresa agroindustrial resultó policontuso.

El accidente se registró a las 3:10 de la madrugada del Domingo 2 de Junio. A esa hora los vecinos escucharon un fuerte ruido como una explosión, por lo que al salir presurosos hallaron la camioneta color plomo de placa PF-4954 empotrada contra la caseta de control que se ubica a la altura del restaurante “Rumi Wasi”.

La camioneta de Agroindustria "Macacona" quedó completamente destrozada por el lado del copiloto, donde iba la joven contadora Lila Marielena Prado Vallejos (25) que sufrió el impacto contra la pared de la caseta, que también tuvo daños.

Los taxistas que socorrieron a los heridos y los evacuaron al Hospital Regional, indicaron que el chofer Julio David Romero Ley (26) tenía aliento a alcohol, ya que a esa hora retornaban de Huacachina luego de divertirse en una conocida discoteca.

La servidora de la SUNAT resultó policontusa grave, con TEC grave, contusión toráxica grave y hemorragia interna en la cabeza.

Testigos indicaron que el accidente se habría producido por la densa neblina que hubo esa madrugada, mientras que un familiar de la joven dijo que el hecho se registró porque sujetos desconocidos en un taxi les cerraron el paso para asaltarlos.

Al nosocomio también acudió por solicitud del Fiscal de Turno, el Médico Legista para evaluar a los heridos, pero sólo revisó a la joven contadora, mientras que el chofer se habría negado porque presentaba aliento a alcohol, por lo que fue sometido a dosaje etílico por parte de los agentes que investigan el accidente.

Otro hecho que causó indignación entre la familia de la joven, es que tras el accidente los médicos de turno del Hospital Regional ordenaron una tomografía, pero requerían de un neurocirujano para que interpretara las placas, por lo que la madre de Lila Prado acudió a la casa de un especialista particular para pedir su servicio, pero éste luego de escucharla cerró la ventana de su casa y se echó a dormir.

La desesperada madre insistió, pero el galeno nunca más salió, por lo que retornó al nosocomio y contó la negativa, pese a que el servicio solicitado iba a ser remunerado. Horas después, por la gravedad de la joven, sus familiares la trasladaron a un hospital de Lima para que reciba atención especializada.

Lamentablemente, el Hospital Regional, pese a su modernidad, no cuenta con un especialista en neurocirugía, cuya presencia es elemental en casos de accidentes de tránsito con TEC grave.


Fuente: La voz de Ica

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