El congresista de Fuerza Popular, Kenji Fujimori, contó que varios momentos de su vida fuer “desgastantes psicológicamente” al extremo de tener que buscar ayuda profesional, refiriéndose a la difusión de las imágenes con su mascota, Puñete, y con la extradición de su padre,Alberto Fujimori.
“(Lo de Puñete) prácticamente fue un bullying a nivel nacional y no soy de acero, te llega a desgastar psicológicamente (...) Estuve con un psicólogo”, confesó en una entrevista para el programa de TV “Punto final”.
Hablando con Nicolás Lúcar, quien hace años fue quien difundió las imágenes, también admitió que le “llegó a agarrar un poco de cólera, de odio”. “Probablemente ese sea el motivo por el cual soy una persona reservada”, dijo.
EXTRADICIÓN
“El proceso de extradición fue durísimo, desgastante psicológicamente (...) Un día antes de la extradición, de que mi padre suba al helicóptero, fue terrible”, contó al recordar el regreso de Alberto Fujimori desde Chile.
“Cuando llegó a la Diroes, estaba Keiko, mi cuñado Mark y yo esperando en la sala y llegó la ministra de Justicia (María Zavala) y nos dijo ‘Bueno, su padre va a estar bien, de acá a un par de días empieza el juicio, va a ser sentenciado y vamos a tratar de cuidar su salud’”, relató con voz entrecortada.
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