GarcíaPérez sostuvo que a fines del 2007 existían 44 mil presos en todos los penales del país, cuando en realidad solo podían albergar 20 mil. Por ello, se adoptó una nueva política penitenciaria.
Refirió que si bien algunos expresidentes prefirieron “lavarse la manos” y otros la “indiferencia”, él adoptó la política de la“compasión y comprensión”.
“Quise darle oportunidades a jóvenes humildes que cometieron una falta, pero que necesitan la comprensión del gobernante. Eso no significa que sea un delito. Fue una política penitenciaria para el deshacinamiento de los penales”, enfatizó.
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